OBJETOS Y MODALIDADES DE LA INVESTIGACIÓN DIDÁCTICA, Camps Anna, Universidad Autónama de Barcelona. 2000.
Por Carmen Elena Yela Chávez
En esta oportunidad, nuestra autora Anna Camps invita al lector a reflexionar sobre la construcción del campo de estudio de la didáctica de la lengua. En su texto Objetos y modalidades de la investigación didáctica la discusión se centra en cómo se ha venido configurando esta disciplina con el aporte de diversas ciencias como la lingüística, la psicología, la pedagogía y las ciencias sociales, desde las cuales se han tomado elementos tanto teóricos como procedimentales.
Sin embargo, ella denota un interés particular en la necesidad de empezar a construir un campo de trabajo más nuestro, más real frente a los procesos de enseñanza y aprendizaje del lenguaje. De este modo, la didáctica de la lengua tendría que configurarse, según Camps, como la interrelación entre los contenidos de enseñanza de la lengua, los usos verbales, las ciencias que estudian la lengua, los contenidos escolares tradicionales y las interacciones de los participantes alrededor de estos elementos. Teniendo como referente la compleja dinámica de este conjunto de variables en el contexto escolar, la didáctica apostaría a reflexionar sobre las prácticas en la clase de lengua para intervenir y modificarlas al tiempo que se arma un cuerpo teórico que permita sustentar dichas prácticas.
La autora presenta el texto en cuatro apartados que exploran los siguientes temas: El objeto de la investigación didáctica, las modalidades de la investigación en didáctica de la lengua, sus ejes de desarrollo y los ámbitos de construcción del discurso de la didáctica de la lengua y agentes de Investigación. Dedica una discusión extensa a los dos primeros, que se centran en lo que se debe investigar y por qué, y en la manera en cómo se han realizado y en cómo se deben hacer estos estudios actualmente.
Es así como se resalta la noción de actividad de Leontiev, quien señala que se trata de ¨la organización funcional del comportamiento, organizadora de los intercambios del sujeto y su entorno o con otros sujetos que participan en ella¨. A partir de este concepto clave, se alude a la necesidad de establecer unas acciones intencionales en el marco de la enseñanza y el aprendizaje de la lengua, con el fin de generar una observación reflexiva hacia las mismas interacciones dentro de la clase.
Camps también pone en evidencia la tensa relación que siempre ha existido entre teoría y práctica. Puesto que en el caso de la disciplina en discusión, se han tomado elementos de otros campos o ciencias para construir sus modos de implementar conceptos y procedimientos. Es justo en esta tensión, donde la autora precisa la urgencia de construir nuestro marco teórico a partir de las prácticas en el aula de clase, sin descartar que éstas están influenciadas por tradiciones científicas, sociales y escolares.
Para esta gran tarea, se recomienda inclinarse hacia la epistemología de las ciencias sociales, pues varios de sus procedimientos investigativos sugieren que hay una comprensión e interpretación de realidades globales, complejas y dinámicas. Y la investigación en el campo de la didáctica, planteada desde una perspectiva integradora y dialéctica, requiere unos modos de observar y unos instrumentos de investigación flexibles que permitan dar cuenta de los complejos procesos que se dan en la clase de lengua.
De esta manera, Anna nos presenta un panorama prometedor, pero a la vez retador, en cuanto al terreno por arar que tenemos ante nuestros ojos. La didáctica es una ciencia en progreso, que necesita de muchos colaboradores, con mentes y manos maestras que piensen mientras hacen, mientras interactúan con los diversos elementos que se interrelacionan en la enseñanza y aprendizaje del lenguaje. De modo que construyamos un proceso pluridireccional, un diálogo entre teoría y práctica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario